2 de agosto de 2009

Contrainformación - Difusión


El día domingo 19 de julio un grupo de personas autoconvocadas se manifestaron nuevamente -como en los tres sábados anteriores- frente a las puertas del Circo Australiano, una institución cuya explotación excede lo convencional incluyendo en la misma a especies animales no-humanas. Desde hace algunos años, el municipio en el que sobrevivimos consta de una legislación bienestarista impulsada sobre todo por diversos grupos proteccionistas de la ciudad -grandes ausentes dentro de las protestas antes mencionadas-, que prohibe el traslado hacia la misma y la utilización de animales exóticos en sus funciones.

Como colectivo difusor de la liberación animal, manteniendo una práctica abolicionista para llegar a este fin, consideramos que la categoría de "exótico" y su utilización por parte del estado es creada por una cultura antropocentrista y ha evolucionado en este marco con el objeto de oprimir a los animales no-humanos, tanto como para crear divisiones ficticias e impuestas en los movimientos que se rebelan contra esta explotación económica. Además, en caso de que la legislación estuviera redactada de forma tal que ningún espectáculo que utilice animales no-humanos en su conjunto fuera prohibido, nuestra manifestación puntual y concreta seguría teniendo validez, ya que por más que en esta región eso no ocurra, el circo realiza espectáculos en todo el país, manteniendo así a dichos animales en terrenos diseñados para su confinamiento y traslado hacía lugares donde la ley sea más relajada.

De este modo consideramos que realizando esta clase de manifestación estamos atacando tanto su facturación como su imagen, intentando crear conciencia en el género humano del especismo que desarrollamos como seres, de su aplicación concreta en este tipo de casos, y de las posibilidades que tenemos de posicionarnos en contra y atacar a este sistema de opresión.
Cabe mencionar que el escenario del día 19 fue un tanto particular, al ser ya la cuarta vez que acudíamos a realizar nuestra jornada de difusión, quisimos que ésta tenga cada vez más énfasis, en este sentido fue que acudimos en número igual a otras veces pero nuestra presencia fue mayor, ya que contabamos con la herramienta de un megáfono a nuestra disposición, lo que permitía a nuestras voces llegar a más oídos.
Evidentemente al dueño del circo no le agradaron en lo más mínimo nuestras acciones y, como supusimos que algún día pasaría, este patrón explotador incitó a sus empleados para que se acercaran y nos insultaran con cada vez mayor violencia verbal hasta que comenzaron a agredirnos físicamente hiriendo a casi 10 de nosotros, atacando en masa a compañeros y compañeras que se encontraban volanteando -en algunos casos aislados del grupo central-. Nos defendimos de la mejor forma posible, intentando entre todos que los compañeros que habían caido al piso pudieran levantarse y que las agresiones se detuvieran, además fue necesario evitar el robo de nuestras pertenencias y la rotura del megáfono que estaban llevando a cabo algunos empleados, en una clara muestra de lo premeditada que fue su acción. Luego del hecho nos reunimos nuevamente intentando tranquilizarnos y debatir entre todos los pasos a seguir con nuestra actividad como grupo, superando en cierta forma las diferencias de criterio que se encuentran en el seno de nuestro colectivo, consecuencia del breve tiempo de contacto de muchos de sus miembros.
En este sentido es que hemos decidido acciones como la redacción de este volante, para que llegue a donde creemos que hay personas con una conciencia ya formada en contra de la opresión en todas sus formas. Como verán, no intentamos poner en el foco a la agresión recibida, sino a nuestra actividad de agitación que llevamos y seguiremos llevando adelante, intentando a la vez potenciar las prácticas de colectivos que estén en un mismo camino al nuestro en otras regiones, como tal, ofrecemos a los mismos la información
recolectada durante este período para que hagan uso de la misma. Si bien el Circo Australiano abadonó la ciudad de Rosario, en parte por la constante actividad de agitación que generamos como grupo -al decir del propio apoderado del establecimiento-, es conocido por todos que las prácticas especistas aún se encuentran lejos de desaparecer y que debemos seguir atentos, críticos y activos, para combatirlas de la mejor manera posible. Creemos que la difusión de las experiencias es primordial para que la lucha se extienda y cobre mayor fuerza, nuevos contenidos y discusiones, nuevas acciones que nos conduzcan a una sociedad libre de autoritarismo hacia los animales no-humanos y humanos.

¡Saludos y Abrazos a todos aquellos que estén en la misma lucha! ¡Liberación Animal!


[Agrupación Circo Sin Animales Rosario]




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